lunes, 25 de mayo de 2009

Buscando formación

Una vez descubierto que quería seguir buceando o, mejor dicho, que quería aprender a bucear... tocaba buscar dónde hacer el curso básico de buceo y ay! viviendo en Salamanca pocas posibilidades podía haber.
Junto con unos amigos que también querían unirse al tema pensamos irnos a hacer el curso de un par de fines de semana que te ofrecen la mayoría de los centros de buceo por la zona de Murcia o Almería. La verdad es que me llamaba la atención que en cuatro días pudieran darte toda la formación necesaria para tener una titulación... pero era lo que había.
Hasta que nos enteramos que en la castellana, seca y austera ciudad de Salamanca había clubes de buceo y no uno... sino dos!!! Eso sí que me llamó aún más la atención, y cuando la gente me pregunta dónde hice el curso, se sorprenden de que en Salamanca se haga un curso de este tipo.


Finalmente nos decidimos por el Club Salamanca Diving, y es que Jose Carlos, instructor cariñosamente apodado como "Dive Master", nos convenció al 100% al darle tanta importancia al tema de la seguridad. Y es que Dive Master, es una máquina!!! El curso se componía de 4 clases teóricas de más de tres horas de duración, 4 clases en la piscina de un par de horas y 3 inmersiones en el mar. Todo ello para obtener la certificación de buceador 1 Estrella de FEDAS (Federación Española de Actividades Subacuáticas http://www.fedas.es/index.htm), equivalente al Open Water de PADI (que es la empresa de enseñanza de buceo más conocida internacionalmente).


Si quieres información para hacer un curso de buceo... no lo dudes: Club Escuela de Buceo Salamanca Diving: http://webs.ono.com/salamancadiving


Y así, una vez encontrado el dónde y el quién, comenzó el duro y arduo periodo de formación "buceril". Y digo duro y arduo porque meterte tres horas de teoría después del curro en un pueblo que está a unos kilometros de la capi... como que cuesta. O irte a la piscina en pleno invierno (sí, hice el curso en noviembre)... como que cuesta. Lo que pasa es que desde el principio hubo muy muy buen rollo, el instructor, Jose Carlos, es de esta gente que te da confianza y que te quita los miedos. O Javier y su paciencia infinita para conseguir que me quitara la máscara sin que me diera un ataque de histeria. Y las cañitas de después de las clases también ayudaron, claro está.


En las clases aprendes lo complicado que en realidad es este deporte, que la formación es básica para evitar la cantidad de riesgos a los que puedes enfrentarte en la práctica del buceo y lo importante que son las medidas de seguridad para practicarlo sin problemas.


Y bueno, una vez finalizado el periodo de clases teóricas y clases de piscina tocaba la prueba de la verdad... tragar agua salada! Pero eso ya os lo contaré otro día.

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